Los duelos en la adolescencia
La adolescencia es un periodo de tiempo que necesita una persona para dejar atrás la infancia e introducirse en la adultez. Así que la adolescencia durará según el adolescente. La adolescencia es una etapa llena de inestabilidades y confusiones.
El duelo de la pérdida de la infancia
En la adolescencia viven el duelo de la pérdida de la infancia, aunque sea de manera inconsciente, echan de menos su cómoda vida infantil. El adolescente no sabe por qué la pasa lo que le pasa, tampoco entiende sus cambios de humor, no sabe por qué quiere ser adulto, etc. A nivel inconsciente, echan de menos no ser el centro de atención de sus padres. Insisto que todo esto lo viven de una manera inconsciente. Un adolescente agresivo no va a reconocer que siente miedo porque no sabe cómo enfrentarse a los retos que le plantea la vida. No va a reconocer que echa de menos el sentimiento de total protección por parte de sus padres. La agresividad de un adolescente es un mecanismo de defensa para protegerse de es miedo y de esa tristeza que supone el duelo por la infancia perdida. Repito que no lo hace conscientemente, su psique ha encontrado en la agresividad para protegerse de ese miedo.
El duelo relacionado con los padres
Además del duelo por la infancia perdida, está el duelo que pasan la mayoría, y muchos padres no son conscientes, aceptar que sus padres no son perfectos. Cuando son niños los padres son perfectos, omnipotentes. A medida que van creciendo toman consciencia de que sus padres cometen errores, que también se sienten perdidos, que no les pueden solucionar todos los problemas que se presentan en la vida. Esta pérdida de una imagen ideal de los padres explica, en buena parte, tantas y tantas peleas entre padres e hijos adolescentes.
Finalizando
Esto es normal, y necesario. Por otra parte, es necesario poner límites, aunque sean más adultos, y puedan tomar decisiones, no pueden hacer siempre lo que les venga en gana. Hay que establecer unos límites entre lo que pueden y lo que no pueden hacer.
Muchas veces no es fácil establecer esos límites, ya que no están de acuerdo con ellos o no los cumplen. Un adolescente sin límites tendrá una psique caótica. Imagínate que llegas a un trabajo nuevo y no sabes que tienes que hacer, a que hora se entra o sale… ¿No te angustiaría? Parece la libertad absoluta, pero en realidad, es un caos y te lleva a la angustia. Pues lo mismo pasa con los adolescente y los límites.
Un adolescente que se enfrenta a los límites está reafirmando su personalidad, sus ideas, se está buscando así mismo, aprenden a tolerar la frustración, a negociar, a resolver problemas, etc. Los límites son inyecciones de seguridad.